Llevo 6 años dando clase de español, y mi pregunta número uno sigue siendo "¿Por qué estás aprendiendo español?"
Esta pregunta refleja la principal dificultad que tengo a la hora de construir un negocio eficiente de clases de español en línea.
Mi problema número 1 como profesor de español en línea es...
Saber qué quieren las personas a las que pretendo ayudar. Conocer a las personas que quiero ayudar, saber quiénes y cómo son.
Parece obvio: estudiantes de español. Pero, dentro de este grupo, hay muchas categorías.
Tipos de estudiantes de español
- El lingüista amateur al que le encanta entender cómo funcionan los idiomas (ese sería yo, por eso lo pongo primero).
- El viajero con ganas de poder disfrutar del país sin perderse y eventualmente no pagar precios de turista.
- El hijo de latinos viviendo en USA que no puede hablar español fluidamente con su familia (heritage student).
- El fan de cualquiera de las culturas hispanas que conoce más que yo de la música, películas y series de su país favorito.
- El hombre de negocios que tiene clientes hispanohablantes o espera una expansión de su empresa (¿realmente existe o es un mito? ¿Realmente alguien prefiere aprender un nuevo idioma antes que contratar a alguien que ya lo hable?).
- El estudiante de letras que tiene tiempo libre y considera que aprender otro idioma es un buen hobby, y saludable para el cerebro.
Más allá del "por qué"
Sin embargo, después de un poco de reflexión, me doy cuenta de que quizás lo más importante no es saber "por qué" estudian español. Habrá tantas respuestas como alumnos.
Quizás lo más importante sea el "para qué".
¿Para qué estudias español?
Mi función no es crear nuevas razones para que cualquiera estudie español. Si quieren aprender más, será por cualquiera de las razones que he citado antes, y es difícil para un profesor de idioma influir en esas razones. Son profundas y existenciales.
Pero el servicio que sí que puedo ofrecer es la ayuda a conseguir un objetivo. A veces es difícil diferenciar el por qué y el para qué (si alguien quiere hablar con sus abuelos hispanos, ésta es a la vez la razón y el objetivo). Pero es importante exprimirse el cerebro para ponerse al otro lado del proceso de enseñanza-aprendizaje, y averiguar cómo puedo ayudar más eficientemente a cierto grupo de personas.
¿Cuáles son tus objetivos?
La mayoría de los que forman parte de cualquiera de los grupos anteriores tienen como objetivo alcanzar habilidades conversacionales. Pero dentro de este objetivo MUY general, también hay grados y variantes.
Igual que no todos los que juegan al fútbol juegan en primera división, no todos los que aprenden español van a tener una vida bilingüe.
El problema es que muchas veces los mismos interesados realmente no saben cuál es su objetivo real. Probablemente porque no entienden el proceso de aprendizaje y todos sus niveles.
Voy a intentar agrupar los estudiantes con los que he tenido contacto de acuerdo a sus objetivos. Ojo: muchas veces, el propio estudiante no sabe conscientemente cuáles son sus objetivos, y sus respuestas son "mejorar mi fluidez, viajar a España", etc. En mi experiencia, he visto estos objetivos subyacentes para casi todos.
Los 4 principales objetivos subyacentes de mis estudiantes de español
- Objetivo 1: Tener una conversación con nativos y poder expresarse naturalmente. Alcanzar un nivel de español en el que pueda interactuar como igual con nativos. 15% de estudiantes.
- Objetivo 2: Entender el idioma y sentirse más cómodos respecto a ello (muy similar a comprender o dominar una asignatura académica). Suele formar parte de un plan de auto-mejora. Es básicamente un ejercicio intelectual. 20% de estudiantes.
- Objetivo 3: Poder responder algo en las situaciones de conversación más básicas: introducciones, restaurantes, hoteles, viajes. Tener cierto contacto con el idioma. 50% de estudiantes.
- Objetivo 4: Incorporar el español a su identidad. Poder sentir que forma parte de la cultura hispana de alguna forma, ya sea a través de pelis, lecturas, periódicos; o a través de viajes temporales e intercambios. 15% de estudiantes.
Dos ejemplos en los que el "por qué" y el "para qué" no son iguales
Mi estudiante M. vive en USA, pero no en un lugar con muchos hispanos. Había tomado algunas clases antes de trabajar conmigo, su nivel era intermedio. Hemos trabajado durante casi un año juntos. Su relación con las culturas hispanas es, cuanto menos, limitada. No habla ni escucha español en su vida diaria, y sólo viaja a México una vez al año. Pero tiene mucho interés en aprender. Para él es una oportunidad de ejercitar su mente, de estar en contacto con otra cultura, y de resolver un ejercicio intelectual: el de comprender una lengua diferente a la suya. Su por qué era simplemente por una atracción intelectual, su para qué es mantener vivo ese interés en su vida cotidiana.
Por otra parte, mi estudiante R. trabajó conmigo durante unos 5 meses. En ese momento vivía en España, su padre era diplomático y estaban destinados allí por algunos años. Estaba estudiando en una universidad internacional con clases en inglés. Pero quería formar parte de la cultura española, y para ello necesitaba mejorar su habilidad de comunicación. Concretamente, le encantaba montar a caballo, y pasamos muchas clases hablando sobre el vocabulario y expresiones relacionadas. Su por qué era por estar en España, y su para qué era poder intervenir en la cultura de forma más activa. No necesariamente uno surge del otro.
A qué prestar atención cuando alguien me dice que quiere aprender español
Por un lado, es obviamente interesante saber "por qué" lo hace, de donde surge su interés (orientación al pasado). Pero, por otro, es mucho más relevante e influirá mucho más en nuestra relación "para qué" decidió tomar clases, o pensar en hacerlo. Ahí es donde yo debo ver cuál es la necesidad que puedo ayudar a cubrir.